En una noche fría y sin ideas, Tigre y Quilmes no se sacaron ventajas en lo que fue el segundo 0-0 del torneo. El Matador no supo como vulnerar a un limitadísimo Quilmes que con muy poco, le generó peligro y hasta pudo haberse llevado el partido.
Pero la palidez y la chatura del encuentro, no se transmitió a las tribunas. Fueron muchísimos los hinchas matadores que a pesar del clima y el horario, se acercaron al estadio Don José Dellagiovanna colmándolo así en un ochenta por ciento.
Se terminaba el primer tiempo, Tigre aburría y la gente seguía cantando y alentando al Matador. Si bien se oyeron algunos silbidos en el entretiempo, el grueso de la gente pedía actitud pero siempre por medio del apoyo. Ya en la segunda etapa, el ambiente se iba enviciando. El equipo no daba respuestas y desde las tribunas bajaba el clásico cantito "movete, Tigre movete...". Corrían los minutos y un par de llegadas claras de Quilmes ponían aún más nerviosa a la gente que ya totalmente eufórica le pedía al equipo que reaccionara y saliera a ganar el partido. Muchos reclamaban la entrada de Sebastián Rincón, que al parecer, con tan solo unos minutos en primera división fue capaz de ganarse el corazón de gran parte de la hinchada.
Sobre el final el conjunto de Victoria creó las únicas situaciones de peligro, un disparo de Wilchez en el travesaño y después un tiro de Rincón, despejado en la línea por el jugador quilmeño. Demasiado poco por estas horas.
Finalizado el partido dio la sensación de que la paciencia se está acabando. Como si este fuese el último plazo. Y a pesar de que los cánticos fueron más fuertes que los silbidos, el mensaje era bien claro, "el domingo cueste lo que cueste..."
Contra River, Fabián Alegre cumplirá una temporada completa como entrenador de Tigre. Sus números no lo comprometen tanto como si lo hace el funcionamiento del equipo. Habrá que esperar al domingo, pero al parecer, el cabezón cuenta cada vez con menos adeptos a su filosofía en las tribunas.
Marcos Aramburu/TMC
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